Patrimonio

Iglesia Prerrománica de Santo Adriano de Tuñon

La Iglesia de Santo Adriano de Tuñón es una de las menos conocidas y visitadas del total de templos asturianos, a pesar de encontrarse muy cerca de Oviedo (a 23 kms) en el concejo de Santo Adriano. Formó parte de un monasterio benedictino y se construyó durante el reinado de Alfonso III el Magno y Jimena y consagrado en el año 891 siendo dedicada a los mártires Adriano (oficial romano) y su esposa Natalia. Más de dos siglos después, en el año 1108 sufrió las primeras reformas. Más tarde vendrían otras reformas, sobre todo en los siglos XVII o XVIII, cuando se añadió a los pies una nave o pórtico que prolongaba las originales y que sustituiría al pórtico tripartito prerrománico.

Entre 1949 y 1954 fue restaurada, no sin reformas abusivas, y finalmente en los años 80 se volvió a restaurar. La iglesia prerrománica la forman tres naves separadas por arcos formeros de medio punto que se prolongan sobre gruesos pilares prismáticos sin mediación de capiteles o impostas. La cabecera es tripartita y por encima del ábside central existe la habitual capilla supraabsidal que se abre al exterior por una ventana ajimezada. Las naves se cubren con techumbre de madera y los ábsides con medio cañón.

A la capilla central se entra por arco de medio punto. Adosadas a las paredes hay dos columnas con capiteles posiblemente reaprovechados de época tardorromana o visigoda. Probablemente, lo más interesante de la iglesia son los restos de pinturas murales de la capilla principal con la alegoría del Sol y la Luna. Debajo de las mismas, un friso de almenas de influencia mozárabe; sobre ambas, flores y boleos. También se conserva un interesante fragmento del cancel.

Vista del exterior de la iglesia

 

Puente Romano de Villanueva

El hermoso puente romano, localizable en el medio del pueblo de Villanueva, sobre el cauce del río Trubia que surca la población, es una pequeña, simpática y muy conservada obra de ingeniería, integrada en un conjunto paisajístico de alto valor. Se construyó en mampostería, con sillarejo para la bóveda y piedra labrada en las dovelas de su único y apuntado arco. Se remata a dos vertientes bastante inclinadas. La calzada, paso de vehículos y peatones, está amparada por pretiles. Obedece a la tipología de los llamados “puentes romanos”, aunque en realidad son de època medieval, caracterizándose por un arco de medio punto muy abierto y perfil de doble vertiente apuntada, con vértice en el centro. Esta construcción, de bastante altitud, tiene 1,50 metros de luz y 4 metros de ancho entre pretiles. Por él, la Senda del Oso atraviesa el río Trubia.

Fotografía Puente